Jornada Mundial por la Vida Consagrada
“Padre nuestro. La vida consagrada presencia del amor de
Dios” es el lema de la Jornada
Mundial de la Vida Consagrada que se celebró el 2 de febrero, fiesta de la Presentación de l Señor.
Un día de especial agradecimiento al Padre por la presencia de mujeres y
hombres llamados a vivir con radicalidad los valores del Evangelio.
En la
Parroquia de San Lorenzo, León ciudad, se llevó a cabo la Eucaristía de
agradecimiento presidida por nuestro Obispo D Julián Martínez, acompañado de
las religiosas y religiosos que trabajan en varias obras en la Diócesis.
Como
Seminario nos unimos a esta celebración donde vemos la riqueza de la viña del
Señor en la llamada a vivir los diversos carismas y en la entrega generosa de
la vida al servicio del anuncio del Reino.
“Las
personas consagradas son un signo de Dios en diferentes entornos, levadura para
el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna y una profecía de compartir
con los jóvenes y los pobres. Así entendido y vivido, nos aparece la vida
consagrada como realmente es: ¡un regalo de Dios! Cada persona consagrada es un
regalo para el pueblo de Dios. Hay tanta necesidad de estos testimonios, que
fortalezcan y renueven el compromiso de difundir el Evangelio, la educación
cristiana, la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa;
el compromiso de formación humana y espiritual de los jóvenes, las familias; el
compromiso con la justicia y la paz en la familia humana”. señala el Papa
Francisco.
Pidamos por la Vida consagrada en nuestra Diócesis, por sus
religiosos y religiosas de vida activa o contemplativa, para que el Señor les
sostenga y envíe vocaciones que sean testimonio de la riqueza de cada carisma
para la Iglesia.
<< Inicio