sábado, 9 de febrero de 2019

Jornada Mundial por la Vida Consagrada


“Padre nuestro. La vida consagrada presencia del amor de Dios” es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebró el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor. Un día de especial agradecimiento al Padre por la presencia de mujeres y hombres llamados a vivir con radicalidad los valores del Evangelio.

En la Parroquia de San Lorenzo, León ciudad, se llevó a cabo la Eucaristía de agradecimiento presidida por nuestro Obispo D Julián Martínez, acompañado de las religiosas y religiosos que trabajan en varias obras en la Diócesis.

Como Seminario nos unimos a esta celebración donde vemos la riqueza de la viña del Señor en la llamada a vivir los diversos carismas y en la entrega generosa de la vida al servicio del anuncio del Reino.

“Las personas consagradas son un signo de Dios en diferentes entornos, levadura para el crecimiento de una sociedad más justa y fraterna y una profecía de compartir con los jóvenes y los pobres. Así entendido y vivido, nos aparece la vida consagrada como realmente es: ¡un regalo de Dios! Cada persona consagrada es un regalo para el pueblo de Dios. Hay tanta necesidad de estos testimonios, que fortalezcan y renueven el compromiso de difundir el Evangelio, la educación cristiana, la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de formación humana y espiritual de los jóvenes, las familias; el compromiso con la justicia y la paz en la familia humana”. señala el Papa Francisco.

Pidamos por la Vida consagrada en nuestra Diócesis, por sus religiosos y religiosas de vida activa o contemplativa, para que el Señor les sostenga y envíe vocaciones que sean testimonio de la riqueza de cada carisma para la Iglesia.