San Froilán 2017
San Froilán, inspiración y ejemplo para la cultura vocacional
A quienes dirigiesen una
mirada superficial a lo que el jueves celebramos celebrando, podría parecerles una
extravagancia o un anacronismo que nos reúna la memoria de un personaje, san
Froilán, tan alejado del tiempo, hijo de un mundo que ya ha desaparecido como
es la España de la Reconquista. Y pondrían el grito en el cielo, seguramente,
si les dijésemos que los futuros pastores del siglo XXI queremos encontrar inspiración y ejemplo en él.
Pero eso sólo les pasaría
a los que miren la superficie; quienes hagan el esfuerzo de ahondar un poco más
descubrirán que, efectivamente, podemos encontrar en el santo ermitaño y obispo
un ejemplo permanente de celo evangelizador, que hoy nos mueve a la apasionante,
aunque dura, tarea que nos toca.
Como todos sabéis, nuestra diócesis de León está comenzando un Año Pastoral Diocesano
Vocacional, que fue inaugurado por nuestro Obispo en la pasada Semana de
Pastoral. La finalidad de este, según consta en el Decreto de apertura, es “recordar
a los fieles la importancia del ministerio presbiteral y de la vida consagrada,
fomentando la oración insistente por las vocaciones, tratando de crear entre
todos una nueva y verdadera cultura vocacional”.
La “cultura vocacional” es
una expresión que se viene usando profusamente desde los años 90 y que fue recogida y refrendada, en 1997, por el
importante documento “Nuevas vocaciones para una nueva Europa”. El Papa
Francisco también habló a los animadores vocacionales de la Conferencia
Episcopal Italiana de una nueva cultura vocacional, que sepa contar la belleza
de estar enamorados de Dios. El Santo Padre pide
que esta nueva cultura vocacional sea “capaz de leer con coraje la realidad tal
como es, con sus fatigas y resistencias”, reconociendo, sin embargo, los signos
de belleza del corazón humano.
Queremos poner, ya desde hoy, bajo
el patrocinio y guía de san Froilán todas estas iniciativas ilusionantes del
Año Vocacional. Él, que fue un hombre de corazón inquieto y buscador, siempre
atento a descubrir donde le quería poner Dios para mayor servicio del Pueblo de
Dios, primero como ermitaño, luego como abad y finalmente como obispo de León,
nos anime a descubrir la voz de Dios que, en su Palabra y en los signos de los
tiempos, nos está llamando a emprender una Nueva Evangelización de nuestras
tierras.
Que Él, que supo prender el
fuego de la vocación en los corazones de tantos jóvenes que llenaron los
monasterios que iba fundando, bendiga nuestra diócesis de León y nuestros
seminarios con las vocaciones que tanto necesitamos.
Y que a todos nos colme Dios
de ilusión, valentía y generosidad para seguir cuidando de la fe de todos aquellos
que el Señor nos encomienda en estas tierras leonesas.
Etiquetas: CELEBRACIONES, ORACIÓN VOCACIONAL, PASTORAL VOCACIONAL
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