SER MAESTROS DE LA VIDA DEL ESPÍRITU
ANTE UNA SOCIEDAD SECULARIZADA Y
AUTOSUFICIENTE,
SER MAESTROS DE LA VIDA DEL ESPÍRITU
La última jornada de la formación
permanente del clero en nuestra diócesis tuvo como invitado a D Ángel Cordovilla, quien expuso una acertada reflexión
sobre el ministerio sacerdotal para nuestros tiempos ‘Teología y
espiritualidad del ministerio presbiteral’.
Me parece importante socializar algo de
este encuentro ya que quienes nos preparamos para el sacerdocio debemos creer
que hoy vale la pena esta llamada del Señor, superando el deseado “activismo
pastoral del seminarista”, y centrando mas nuestra formación en ser maestros de
la escucha, del silencio fecundo, de la alegría del Evangelio, de la humildad
del discípulo, en contracorriente con el mundo. Si quiero vivir como vive el
mundo no tiene sentido el seguimiento del Señor, ni tampoco si es en las
nostalgias de otros tiempos.
D Ángel centró su exposición en el tipo
de espiritualidad que hoy debe cultivar el presbítero diocesano, que no es una
sola, sino la suma de una sinergia que configura el corazón: espiritualidad de
la diáspora; espiritualidad de comunión y fraternidad; espiritualidad encarnada
y secular; espiritualidad de discípulo; espiritualidad apostólica;
espiritualidad de la Palabra; espiritualidad eucarística; espiritualidad pastoral y espiritualidad de
la vida cotidiana.
Al final de esta valiosa reflexión,
animó a los presentes a llenarse de ilusión “la vocación sacerdotal no está
llamada a desaparecer”, somos quienes debemos dar testimonio de la alegría
de esta vocación con nuestra fe y nuestra esperanza. Este es el camino para que
surjan nuevas vocaciones entre los jóvenes hoy, hombres felices siguiendo al
Señor.
Javier Cortés T. 5 E.E.
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