sábado, 17 de diciembre de 2011

Convivencia de Mar Adentro en Adviento


Ayer, viernes 16 de diciembre, tuvimos el encuentro mensual del grupo vocacional “Mar Adentro” en nuestro seminario. En esta ocasión, la dinámica del encuentro fue diferente. Compartimos una oración de Lectio Divina.

¿En qué consiste la Lectio Divina? Se trata de un modo de orar con la Palabra de Dios, que tiene un origen muy remoto en la tradición de los monasterios.
Se desarrolla a partir de un texto bíblico concreto, sea del Antiguo o del Nuevo Testamento, que se proclama primero y se lee personalmente después.
• Ese es el primer paso, la Lectio (lectura). En este momento, en silencio, cada uno se pregunta por el significado más profundo de la Palabra, por los personajes que intervienen, sus reacciones, aquello que sucede, etc. Al término de esta reflexión se puede compartir espontáneamente lo que se ha descubierto.
• Después llega el segundo paso, la Meditatio (meditación), en el que profundizamos aquello que Dios puede estar diciéndonos personalmente a través de esta Palabra. Es increíble descubrir lo que puede decirnos la Escritura cuando dedicamos un tiempo a explorar cualquiera de sus textos. En el momento de la meditación nos preguntamos si estamos reflejados en alguno de los personajes, si hay alguna palabra que nos llame más la atención por algo, si Dios por medio de su Palabra nos está llamando a algo…. Se comparte brevemente aquello que se va descubriendo con la luz del Espíritu Santo.
• En el tercer y último paso, la Oratio (oración), convertimos lo meditado en oración, bien sea de súplica, de gratitud, de intercesión… cada uno lo que la Palabra haya suscitado en su interior.

En esta tarde, la Palabra que tomamos para hacer la Lectio fue Marcos 4, 35-41:

Este día, al atardecer, les dice: «Pasemos a la otra orilla.» Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él.
En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca. El estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
El, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza.
Y les dijo: « ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»
Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?»

Fueron muchas las ideas que descubrimos en el texto, entrando en diálogo de oración con él. Os apuntamos algunas:
• En la historia de nuestra vida, nos ocurre como a los discípulos que creen que Jesús se ha despreocupado de ellos, pero Él va a la popa
• Jesús les invita a “pasar a la otra orilla”, a arriesgarse, a dejar sus seguridades, es la historia de toda vocación
• Jesús, al ir durmiendo, expresa que confía su suerte a los discípulos, que confía más en ellos que ellos mismos, lo mismo ocurre con nosotros
• Viene una gran bonanza cuando se fían de Jesús y le dejan actuar
• Jesús es la calma, la paz, el que es digno de fe, le podemos confiar toda nuestra vida
• Sólo quien tiene poca fe se queda paralizado por el miedo y no responde a la llamada de Jesús

Terminamos este tiempo tan rico en oración y en compartir la propia vida con esta oración:

Señor, devuélvenos la esperanza, para vivir con alegría,
Señor, a veces el miedo nos invade y nos hace perder la fe.
En las tempestades de la vida, nos pareces dormido,
Pero nos hablas al corazón.
Que en estos momentos recordemos que Tú también,
Señor, pasaste por el desierto.
Pero hoy vas en nuestra misma barca.
Que reconozcamos tu presencia cuando las cosas vayan bien
Y cuando surjan olas, tempestades, y problemas que debemos solucionar.
Amén

¡Feliz tiempo final del Adviento!

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