Navidad 2015
Que el Señor nazca día tras día en nuestros corazones
Con todo nuestro afecto y cariño queremos desear a todos los hombre y mujeres una feliz Navidad, esperando que el tiempo de Adviento haya sido provechoso y hayamos preparado bien nuestro corazón para acoger en estos días y todos los días al Emmanuel, y que, cuando regrese, podamos presentárselo limpio y renovado.
Es un tiempo que tradicionalmente se pasa en familia y nosotros también lo haremos. Pero, antes de las vacaciones, hemos invitado a nuestros familiares más cercanos a una comida en el Seminario. Desde aquí queremos darles las gracias por aceptar con nosotros nuestra vocación, por potenciarla o, al menos, por respetarla, por no darnos la espalda sino todo lo contrario, por desear sólo una cosa: que seamos felices.
Y también queremos dar las gracias a esos otros miembros de esta pequeña gran familia: Tinina (cocinera), Tenti y Belén (limpiadoras), Mario (conserje), D. Pedro (ecónomo), D. Paulino (canciller), D. Jesús Miguel (vicario de pastoral), D. Florentino (vicario general), D. Juan Manuel (administrador), D. José Luís (director espiritual), D. José (rector), todos nuestros profesores y D. Julián. Sabemos que también os preocupáis por nosotros, que nos queréis, que os esforzáis para que de nosotros salga el mejor fruto para el Señor, que os damos malos ratos de los que no nos damos cuenta. Muchas gracias y Feliz Navidad.
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